Hace un tiempo tuve el placer de ayudar a Rossana Demarco a servir esta mesa, la de sus antepasados, junto con su hija Paulina. Ésta fue presentada en la muestra "Terra ignota" en el Museo de las Migraciones y más tarde en La Pasionaria.
Ellas compartieron conmigo su historia y juntas cocinamos estos manjares.
La buena comida se disfruta no sólo al saborearla, sino también en su proceso de elaboración.
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